martes, 30 de septiembre de 2014

PEQUES RELATOS DE SERES GRANDES




RELATO 1
  
Judith 
              Socióloga venezolana, especializada en hacer análisis de  educación comparada y en conocer las condiciones de las mujeres en la frontera de Francia y Suiza. En 1976 el destino la llevó a vivir a Besançon. Allí reencontró el amor a sí – mujer- , a la poesía, el de ser madre y compañera del hombre que la enseñara el idioma francés. Cada cierto tiempo va a Venezuela a visitar a sus afectos a quienes dejó a sus 25 años, luego de haber perdido a su esposo en un accidente.

En el Solar, restaurant que está justo en la esquina del teatro Principal, diagonal a la Plaza Bolívar de Caracas,  nos encontramos unas amigas feministas con Judith. En la conversación surgieron multiples temas, que si la agenda feminista, el trabajo por la revindicación de nuestros derechos laborales , los sexuales y reproductivos, la preocupación de los medios y sus contenidos sexistas, la violencia de género, la paridad en espacios políticos. Esos temas que quisieramos solucionar de inmediato, pero que a las mujeres nos ha costado siglos lograr que se nos oiga. Judith estaba emocionada por lo que hemos vivido desde finales de los años 90 en Venezuela, se quedó un tilin en silencio y luego nos dijo:
 -      ¡Todos los días aprendemos algo que nos hace seguir! , suspiró como quien trae a su memoria un recuerdo que mueven almas y continuó, les voy a contar algo que les va a gustar! Sonrió y continuó. - Los domingos son los días en que me informo de lo que pasa en el mundo. Ese día es que mi esposo Françoise  ensaya su música en casa.  Entonces, aunque pareciera extraño, son los días de silencio. Decido quedarme quietita y ubicarme enfrente de la computadora a leer mis correos para no interrumpirlo, no tengo tiempo para estar en las redes y tampoco es un mundo que me interese.
 A medida que Judith avanzaba en su cuento, su voz se tornaba un tono más suave y grave. Uno de esos días recibí un correo que me llenó de sorpresa y mucha alegría. Me escribieron de la Universidad de la  Sorbonne (la Sorbonne, pronunció en francés) donde estudié mi maestría. La invitación era para que asistiera a un homenaje que le harían a Viviane Isambert-Jamati, fue mi tutora de tesis. ¡Imagínense una mujer que le dedicó su vida a enseñar y a ser tutora de decenas de personas!!  
 El homenaje era que por primera vez le pondrían el nombre de una mujer a una sala de la Universidad Rene Descartes, Paris V, Sorbonne – sciences humanies. Un sitio que sólo llevaba nombres masculinos hasta esa fecha. Pasaron los días y logramos asistir al homenaje casi cuarenta de sus estudiantes, hasta vinieron algunos de África. Pero pasó algo que nos llenó de indignación, no le asignaron un auditorio, como esperábamos. Apenas le asignaron como espacio para que llevara su nombre una salita donde apenas caben 40 personas. Se trata de una sala donde se forman a mujeres obreras de rango medio.
Cuando vimos entrar a nuestra profesora Viviane, con sus noventa años de edad, muy delgadita, acompañada de su hija. Todos quedamos callados, la mirábamos con los ojos brillantes de no saber qué decir. Ella levantó la mirada, nos vio y dijo:
- Noto que están tristes, como conmocionados. Imagino que lo están porque escogieron este pequeño salón para ponerle mi nombre. 
¿Les digo algo? Yo estoy feliz y ustedes deben sentir lo mismo. ¿Cómo no estarlo sí me hicieron el honor de ponerle mi nombre a la sala de estudios donde se forman a mujeres obreras?

Caracas, septiembre 2014.

viernes, 26 de septiembre de 2014

Artículo publicado en Portal de Aporrea



NO MERECEMOS GUERRAS DE LOS SEXOS EN TVES


Genny Lara
@PORLAMATRIA

El socialismo del siglo XXI es antimachista. Admiro a la mujer y su lucha y su batalla, y llamo a los hombres de Venezuela a que desterremos para siempre el machismo de esta tierra, para que algún día declaremos a Venezuela territorio libre de machismo”. (12/04/2007, Aló Presidente, programa Nº 281)
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Con esta frase del Cdte. Chávez, que al leerla, no puedo dejar sentir que oigo su voz, quise sentarme y escribir sobre los medios que merecemos.
Una de las batallas que, nosotros(as), PUEBLO, aprendimos a defender es la de la comunicación. Recordemos el 11, 12, 13 y 14 de abril del 2002, asumimos la plena lucha para desmontar el Golpe de estado liderado por los medios privados y la CIA.
Después de ese abril, las y los venezolanos bolivarianas nos comprometimos a velar por nuestros medios y garantizar una comunicación que combata todas las formas de discriminación.


Un poco de memoria, para que no se rompa
A principios del año 2007, celebramos un anuncio de nuestro Chávez: No se renovaría la concesión de la señal abierta de Radio Caracas Televisión (RCTV), televisora cómplice y pro golpista del 2002. Con RCTV aprendimos a ser altamente clasistas, racistas y machistas.. 

Echando la mirada un poco para atrás, recuerdo que RCTV nació a mediados de los 50, en plena Dictadura de Marcos Pérez Jiménez, para los años`60 nació Venevisión y más recientemente, para los años 80, llegó Televen. Estos canales, reforzaron el estereotipo sexista de la mujer venezolana. Programas de auto superación, deportivos para los hombres únicamente y por supuesto la plataforma de estrellas de Hollywood, México y Miami anti (Fidel) Castrista, a través de Sábado Sensacional. Las Misses de Osmel Sousa y luego  Míster Venezuela. ¿Debo recordar que todos estos medios televisivos pertenecen a grupos familiares burgueses?, Si, me respondo: Familia Phelps, Familia Cisneros, Familia camero Por cierto, todos responden a líneas idelogizadoras pautadas por grupos de empresariales, como la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) y lo que dicte el Poder económico e ideológico de los EEUU.

Un dato, es sabido que el empresario Cisneros opera en 39 países con 70 compañías de radiodifusión, televisión e internet. Para 1997 inauguraron la planta  de procesamiento de la cervecería Regional, la más moderna de Latinoamérica.  Esa empresa, tiene como imagen de venta el cuerpo de una mujer rubia, “La catira de la regional”.  Un cuerpo de mujer, sin rostro, totalmente cosificada, estereotipada y violentada simbólicamente.
Alarmadas y alarmados vimos como la cadena de los Cisneros creó la famosa Guerra de los Sexos, espacio donde se reforzaría, de la manera más cruel, el rol de las mujeres: obedecer, limpiar y ser “occidentalmente bellas” y los hombres debían demostrar que son machos. Y en muchos casos se invitaban a liceístas, como barras representativas de cada sexo. Ese ejemplo de la tele, terminábamos viéndolos dentro de la práctica “recreativa” de las escuelas, liceos y fiestas.
Hoy día, el portal web Venevisión nos ofrece ENTRETENIMIENTO SIN LÎMITES, podemos ver Cosita linda , Corazón apasionado A que ríes arquitecto de sueños ,La Guerra de los sexos, Portada’s, SEXO AL DESNUDO, Súper sábado sensacional y Todo por la corona y más
Coincido con Fernando Buen Abad, filósofo mexicano, quien en su artículo “Síndrome de Estocolmo Televisivo. Maltrato sensiblero para la diversión de “toda la familia”, se refiere a los medios dominantes así “Todo el tiempo es maltrato, humillación y desprecio al televidente. Aunque digan lo contrario…”.  La audiencia, el pueblo televidente, a quien Buen abad llama “Las Victimas de las máquinas de guerra ideológica” aprenden a reproducir lo que los medios le imponen, sin darse cuenta.
Para ejercer el poder, los medios (sus dueños) emplean la persuasión y el consenso como mecanismos de entrar dentro del imaginario individual y colectivo de  los seres humanos.
Cuando los medios, a través de sus programas entran dentro de nuestros imaginarios, construyen uno que nos distancia de la esencia humanista. Nos hace seres profundamente consumistas, sexistas y discriminatorios
El pasado martes 24 de septiembre, me encontré el portal web del diario “El Universal”, el siguiente titular: ´Winston Vallenilla anuncia estreno del programa "En mi casa mando yo",  y luego en el cuerpo de la nota el periodista informa que “mientras Winston Vallenilla celebraba su cumpleaños en el programa Te ves en la mañana, que el animador de televisión anunció que En mi casa mando yo se estrenará en las próximas semanas, y que consistirá en dos grupos -uno de hombres y otro de mujeres- que se enfrentan en pruebas físicas y de conocimiento. En mi casa mando yo es la versión del canal del Estado del programa La guerra de los sexos.”
Esa decisión del Presidente de TVES, anunciada por El Universal, golpea dos veces  a la militancia socialista y feminista bolivariana. Primero, porque un medio de la derecha, que responde a intereses del capital mediático, informe la decisión de una sección sexista, discriminatoria en la revista matutina de nuestra Tves; y Segundo, porque el mensaje y la lucha por liberar a nuestros medios públicos del machismo no ha sido comprendido. ¿Será que llegamos al Neoliberalismo mutante?, me pregunto como el cumpa sociólogo Emiliano Terán.

LÍNEAS PARA EL SR. TVES 

Estas líneas son para usted,  compañero Winston Vallenilla, Presidente de la Televisora Venezolana Social, o también llamado por sus compañeros y compañeras de la Revista TVES en la mañana, Sr. TVES. Espero las lea a tiempo. Escribo movida desde un acto de amor y de acompañamiento revolucionario
Creo entender que ésta reflexión no pudo tenerla en años pasados, quizás porque entre otras razones, dentro del espacio televisivo donde se desempeñó profesionalmente, no le dio oportunidad de  pensar sobre los embates del imperio mediático, los falsos consensos y simbologías dominantes patriarcales con las que aprendimos a relacionarnos.
Hoy, camarada Winston, usted tiene la responsabilidad histórica de darle un giro al canal que tanto celebramos llegara a las manos del pueblo bolivariano. Usted, vivió y fue partícipe de la creación de un espacio profundamente sexista. Afortunadamente ya se liberó de él y seguramente, ya tuvo oportunidad de reflexionar y entender que hay otra forma de hacer televisión para informar, educar y distraer lejos de todo espacio de guerra. Nuestras mujeres, hombres, niñas, niños y adolescentes, requieren de contenidos televisivos que les emancipe de la alienación que por decenas de años han vivido. Parea ser libres, debemos reconocernos como lo que somos, machistas y consumidores, pero no somos porque queremos serlo, sino porque nos lo han inculcado a través de programas que nos dividen y nos hacen enemigos(as) mutuamente.
Sepa que el patriarcado es la base de dominación del capitalismo y el Feminismo es la base humanista del socialismo.
Nuestro Chávez, el arañero feminista,  al entender esa clave de dominación, no dudó en declararse feminista. Y junto a nosotras construyó un camino posible para que el socialismo del siglo XXI sea antimachista. En nosotras(os)  y comunicadores y comunicadoras como usted,  está no dejarlo morir. 

Caracas, 26 de septiembre 2014.