YO en la Página de la Araña Feminista

Diario Correo del Orinoco


La araña inspiradora de Kira

19 agosto 2014


Alberto Suárez, mi maestro de teatro, nos enseñó que había que tener cuidado con la inspiración o talento inspirador. Mujer u hombre de teatro que quiera ser buena, decía Suárez, deben estar claros en dos cosas: 1) Tener 1% de talento inspirador y 99% de trabajo corporal e intelectual y 2) tener conciencia política antiimperialista.
Para aquellos años 90, tiempos de democracia representativa, era necesario hacer Arte de Emergencia.
Hace dos meses estuve haciendo un reportaje en Santa Ana de Coro. En un receso, me acerqué al puesto de trabajo de una orfebre. Tímidamente fui conversando con ella y le pregunté, por esos apegos feministas, sí tenía alguna pieza dedicada a las mujeres y sí tenía alguna piedra color violeta.
Kira, se llama la amiga orfebre, me preguntó porqué me interesaba ese color. Le dije: -Es que son mañas feministas. Una sonrisa inmediata me regaló y dijo: – ¿Cómo te llamas? ¿Tú eres de la araña feminista? Las leo en el Correo del Orinoco. Claro, cuesta conseguirlo, pero las busco hasta por internet. Siempre me he preguntado cómo desde mi obra puedo aportar para apoyarlas.
Ella, no paró de reflexionar sobre las luchas de las mujeres. Habló sobre su obra y cómo trata el tema del cuerpo en sus piezas. Cual hecho teatral, mientras Kira hablaba, salía una vocecita en mi cabeza que me decía: -¿Viste? Nuestros escritos y reflexiones publicadas en el periódico o través de las redes sociales, sí están llegando.
Pasaron tres semanas, ya en Caracas, recibí una llamada. Era Kira, estaba aquí y quería verme un tilín para mostrarme algo. Hice milagros para llegar al sitio. La artista falconiana, creó una pieza especial. Un zarcillo (solitario de plata), que tiene de base una arañita, con cuerpo color violeta, de una de sus patitas sale una cadenita (red tejida) que se ata al brazo de una figura de mujer.
Kira,me pidió que le contara a las arañas que de ahora en adelante esa obra estará en su taller y hará decenas. Así, cuando les pregunten a las mujeres, qué es eso que tienen en la oreja, ellas puedan decir: Tengo a la Araña Feminista. Antes de irse me dijo: -No dejen de escribir, las esperamos.
Entonces pensé, Alberto tenía razón, hay que trabajar mucho con el afán de transformar, luchar por el bienestar individual y colectivo. También hay que creer en el 1%. Ser, como la pieza de Kira, ¡una Araña inspiradora!
T/ Genny Lara
@porlamatria
Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/genero/arana-inspiradora-kira-opinion/

Tengo una duda: 

mujeres, ¿seres para la entrega? 

5 agosto 2014

 

La inquietante duda nació a partir de mi lectura del editorial escrito por Alba Carosio, correspondiente a la publicación de la Revista Venezolana de Estudios de la Mujer del CEM–UCV (Nº 42, Vol. 19 Enero–Junio 2014), recién presentada en la 5ta Edición de la Feria del Libro de Caracas.
Desde que leí a Alba, empecé a dudar sobre el amor y la entrega como esa clave de la felicidad para que las mujeres logremos ser queridas y aceptadas por los hombres.
Emociones, entrega, mujeres, amor y hombres, son palabras que dejan de estar aisladas y se concatenan entre sí hasta ser una dura realidad. Terminamos siendo las mujeres “seres-para-los-hombres”, como ya lo decía Simone de Beauvoir (1948), al explicar el sentido tradicional de la vida de las mujeres.
Nosotras nos preguntamos: “¿Por qué seremos así?” y por el lado de los hombres afirman: “Es que ellas son así!!”.
Siempre buscando culpables. Y como si se tratara de un tema genético, ligeramente encontramos la respuesta: la culpable es la mujer. La culpa, ese valor cristiano castigador que muchas y muchos aprendimos a tenerlo presente para no asumir responsabilidad y justificar errores cometidos en nuestro quehacer.
Parafraseando a Alba, encontramos que el patriarcado además de ser un sistema socio–político y económico que organiza a las mujeres, las domina y cada día las hace más pobres o mal remuneradas, en donde lo masculino tiene mayor valoración sobre las necesidades femeninas; es también un sistema emocional que domina las subjetividades.
Entonces ahí se logra tener una respuesta, no religiosa, sí filosófica y feminista. Sí buscamos un culpable vamos a llamarlo como se debe: sistema patriarcal.
Para las mujeres más que para los hombres, dice Alba Carosio, el amor define su identidad, el amor es el principal deber de las mujeres, porque el amor patriarcal determina a las mujeres como seres para los otros, como seres para la entrega (…) Relatos, leyendas, cuentos de la infancia, enseñan a las mujeres a esperar el “príncipe azul”, el hombre que resolverá sus problemas y sus necesidades, y por quien deben dejarse de lado proyectos personales.
Siempre dudaré del amor, aún no termino de saber de qué se trata. No creo que haya una definición cerrada sobre él.
En todo caso, la clave del amor y la entrega, no es compartida por las y los feministas socialistas. El amor no puede ser entrega para servir, para callar, ni mucho menos para estar a disposición del tiempo de la otra o del otro. Eso sería seguir reproduciendo el capitalismo en su más cruel expresión. Sería amor patriarcal. Por ello, sostenemos que socialismo sin feminismo es capitalismo.
Vale la pena leer completa la revista del CEM–UCV, arriba citada, nos pone en actitud humanista.
T/ Genny Lara
@PORLAMATRIA / Ilustración : Vargas
Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/genero/tengo-una-duda-mujeres-%C2%BFseres-para-entrega/


¡Piensen ustedes…piénsenlo!

1 julio 2014
Piensen en la alegría de una niña, a quien pudiéramos llamar Rosita, de 9 años, cuando en el primer día de clases la reciban en su escuela con un regalo: la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. A pocas semanas de haber empezado a cursar el tercer grado de estudios, Rosita descubre , gracias a la clase de ciencias sociales de su maestra(o), que existen leyes y que ella y sus amiguitas y amiguitos tienen una ley que, aparte de la Constitución, las y los protegen, la llamada Ley Orgánica para la protección de niñas, niños y adolescentes, denominación dada en el año 2006, cuando se reforma y se incluye el lenguaje de género en toda la ley. ¡Piénsenlo!
Y piensen, dibujen en sus mentes el rostro de Rosita cuando le corresponda entender y luego exponer, por primera vez, que las niñas, los niños y adolescentes tienen derecho a la vida, a la salud, a la educación, al acceso a la información y a algo maravilloso: derecho a su identificación, que le permitan preservar su identidad, su nombre, su nacionalidad, derecho a obtener los documentos públicos de identidad, a la participación libre y al desarrollo. Imagínense su exposición destacando los valores de respeto, solidaridad, equidad, humanismo y no discriminación por razones de género.
A mediados de año llegará una sorpresa a la escuela: un operativo del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime), en el que ella, por tener 9 añitos, tiene derecho a participar en el proceso de cedulación y tener su documento de identidad. El tercer grado sería el mundo de las primeras veces para Rosita. Por primera vez, recibirá su Constitución, expondrá sobre sus derechos y deberes como niña y tendrá su cédula.
Piensen cuando la niña esté frente a su documento de identidad. En su cédula, Rosita lee su número de identificación, sus apellidos y nombres; tiene la posibilidad de firmar por primera vez, también puede leer con claridad su fecha de nacimiento, la fecha de expedición del documento y cuándo se vence y su foto con una sonrisa de susto.
Pero a Rosita le pasa algo, por primera vez, a pesar de saber que la Carta Magna de su Matria y la Lopna la protegen y le confieren el derecho a su identidad y condición de ser niña, y luego adulta, en su cédula hay una contradicción de fondo: Su estado civil dice soltera y su nacionalidad es masculina “venezolano”. Piénsenlo, por primera vez, la pequeña de 9 años enfrenta una discriminación, la cultura patriarcal que la marcará para toda su vida cada vez que muestre su cédula.
¿Qué pasará cuando sus hijas, nietas, sobrinas, hermanitas, y las millones de Rositas , sigan viviendo ésta situación?
¡Señoras y señores del SAIME, compañeras y compañeros de nuestra Matria, piensen ustedes… piénsenlo!
T/ Genny Lara
@PORLAMATRIA Ilustración: Vargas
Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/genero/%C2%A1piensen-ustedes%E2%80%A6piensenlo-opinion/


¡Cuidado, no somos “mujercitas”!

10 junio 2014 


Desde hace un tiempo han llegado a mis oídos frases como “No hay ni una mujercita en su equipo, hermano. Cuidado con el machismo”, o como esta otra “Tranquila, convocaremos a unas mujercitas para que nos apoyen en la institución. Ellas tienen su espacio. Así les llamamos porque somos amorosos: mujercitas”. La primera fue a propósito de un reclamo que le hizo un jefe a otro por solo tener en su equipo de trabajo a hombres. La segunda la dijo un gerente, debido a mi queja al no ver participación femenina en la junta directiva de un ente cultural.
Con esas dos frases se asomó a mi memoria una que escuché hace par de años atrás de un camarada bolivariano, en los preparativos para la conmemoración del Día Internacional de la Mujer: “Camaradas, hay que garantizar la participación de nuestras mujeres… porque la mujer es parir, mujer es cuidar, es delicadeza. Las mujeres deben desfilar el 8 de marzo porque es su día”.
En verdad no sé que ha sido más golpeador, si las frases oídas o presenciar la forma “chistosa” que las dicen los líderes evocados, y las sonrisas normalizadoras del resto de los participantes de las reuniones, hasta de las propias compañeras revolucionarias quienes entre si se dicen “Hay que entenderlos.Están haciendo un esfuerzo”. Para ellas, el hecho que las convoquen a una reunión ya es un avance. Es un síntoma de equidad de género de parte de los líderes referirse a la mujer como servidora, cuidadora, asistente y “mujercitas”.
Entonces me pregunto, ¿por qué permitir esto? ¿De dónde viene tanto desprecio normalizado?
“La discriminación a la mujer inicia con la división del trabajo”, llegó a mí una frase-recuerdo, dicha por Doris Acevedo, feminista y especialista en el tema Mujer, Trabajo y Salud, en una entrevista que le hice.
En mis lecturas, me encuentro que el planteamiento de Doris lo sostenían Marx y Engels al referirse a que la división del trabajo solo se convierte en división desde el instante en que se separa el trabajo físico y el intelectual y desde estos dos espacios se asume como natural la separación.
El tema es que Engels y Marx asumían esa estructura como una economía establecida desde la propiedad colectiva, es decir por el bien común.
Pero desde que el capitalismo es nuestro modelo de vida, la división del trabajo fue normalizándose, nos relacionamos desde el individualismo, los egos y mal uso del poder por parte del hombre.
Por razones de división del trabajo, la mujer pasó de ser compañera a ser servil del hombre y de los asuntos de atención doméstica, a ser considerada “mujercita” en los espacios profesionales o de trabajo remunerado.
Nosotras no somos “mujercitas”. Porque nos respetamos y nos asumimos luchadoras en los diversos espacios. Nosotras no desfilamos, eso se lo dejamos a las Misses del Sousa.
T/ Genny Lara
@PORLAMATRIA / Ilustración: Iván Lira
Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/nacionales/%C2%A1cuidado-no-somos-%E2%80%9Cmujercitas%E2%80%9D-opinion/

 

La felicidad del “Vivir Bien”


 22 abril 2014

 
Valentina, niña de 10 años que vive junto a su madre y tres hermanas en una casita humilde camino a Puerto Cabello, luego de haber estado ayudando a su familia a decorar un kiosquito donde vendería su hermana juegos de cobijas y sábanas cosidos por su mamá , dijo: – Mamá, yo soy una niña feliz. La madre, con un nudo en la garganta le respondió: ¿Sí? ¿Y cómo sabes que eres feliz?
Valentina, sin dudar su respuesta respondió: Tengo comida que me preparas, voy a la escuela en donde aprendo, juego, tengo amiguitas y te ayudo a cuidar a mi hermanita. También, tengo una perrita y una cama … ah… y si me da miedo me abrazo a ti. ¿Viste? ¡Soy feliz!


En nuestra reunión editorial de la araña, discutíamos sobre el plan de este Abril Rebelde. Entre los temas a tratar se nos ocurrió, a las dos arañas que están leyendo, escribir sobre el “Buen Vivir”, o el “Vivir Bien” y de repente se nos apareció el relato de Valentina.
Revisamos libros y leímos artículos que dan cuenta sobre las definiciones y características del “Vivir Bien” desde los enfoques Aymaras (Suma Qamaña: Vivir Bien), Quechuas (Sumak Kawasay: Buen Vivir), Guaraníes (Tekó Porã: Buen modo de ser y vivir) y Africanos ( Ubuntu: Soy porque somos).
Encontramos muchas coincidencias en sus planteamientos, como son fomentar el respeto a la mujer, por ser ella quien representa a la Pachamama. La mujer es la base de la organización social, ya que transmite a sus hijas e hijos los saberes de su cultura.
El “Buen Vivir” es vivir en armonía con la tierra y también con la comunidad, y donde la vida es el máximo valor, y la vida hay que cuidarla.
Otra coincidencia del “Vivir Bien” indígena es el recuperar la riqueza natural del país y permitir que todas y todos se beneficien de manera equilibrada y equitativa. Así como también ejercer la soberanía, llegar a esta por medio del consenso comunal que defina y construya la unidad y la responsabilidad a favor del bien común.
Se trata entonces que las y los adultos, seres criados y crecidos en las ciudades todopoderosas, bajo el sistema capitalista con cultura occidentalizada, empecemos a reflexionar y a reconocer que tenemos un problema: padecemos del mal imperialista, somos individualistas, acumulamos bienes, discriminamos a nuestras hermanas y nuestros hermanos por razones de género, clase y etnia y explotamos sin medida a nuestra naturaleza.
Y, peor aún, sabemos que somos así y no reaccionamos ante esa realidad. No creemos en el “Vivir Bien”. Creemos y queremos siempre estar en el estatus del vivir mejor, es decir TENER para SER.
Y esto nos ha llevado a una crisis civilizatoria, una crisis del modelo capitalista como la que se vive en Europa y en Estados Unidos, que ya no puede ofrecer felicidad mercantil ni soluciones individuales.
Se trata de una crisis multidimensional que va impidiendo la reproducción social y la continuidad de la vida humana. Lo que la actual depresión y recesión pone en cuestión es el proyecto mismo del capitalismo, y sus ideas de desarrollo, progreso y crecimiento.
Por el contrario el “Buen Vivir” propone la cultura de la vida en equilibrio. A la lógica del capital se opone la lógica de la vida. Sin olvidar que junto con el capitalismo está el patriarcado, que también es una lógica de dominio.
Entonces surge una luz esperanzadora y recordamos a Valentina una niña que no tiene la lógica del vivir mejor. Desde la araña estamos seguras que existen muchas Valentinas en Venezuela. Que las y los niños son la clave para lograr transformar a nuestra sociedad. En la casa, en las escuelas, en nuestras prácticas diarias sí se puede “ser si las y los otros son”.
Es un asunto de voluntad, de voluntad transformadora. Es hora de una revisión, tanto por parte del Estado, sus políticas y praxis del vivir mejor y, por el otro lado, revisarnos desde nuestra condición humana como ciudadanas y ciudadanos de una sola Matria, de un solo mundo.
T/ Genny Lara / Alba Carosio / Ilustración: María Centeno
Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/genero/felicidad-%E2%80%9Cvivir-bien%E2%80%9D/

Palabras urgentes de las Heroínas de mi Tierra

18 marzo 2014

A las políticas y los políticos de la Matria

Este 8 de marzo conmemoramos el Día Internacional de la Mujer Trabajadora muy cerquita de nuestro aliado revolucionario, autonombrado socialista y feminista, comandante Hugo Chávez Frías. Nosotras y nosotros, pueblo, estuvimos en movimiento, tal como lo teorizó el comandante Chávez, a propósito de una frase de Robinson, en el cortometraje de Vive TV titulado Los sueños llegan como la lluvia, en el cual expresó “…la fuerza transformadora está en la masa consciente y en movimiento”.
En el Cuartel 4-F conversé con mujeres comunicadoras, cultoras, obreras, campesinas, amas de casa, filósofas, docentes, abogadas, directivas de órganos de atención a la mujer, de diversas edades. Luego de un abrazo amoroso, dado así no nos conociéramos de toda la vida, a mis oídos llegó una respuesta en común “Aquí estamos hermana, rodilla en tierra, siempre pa´lante”.
Pero también llegaron expresiones comunes de incertidumbre. Las mujeres, Heroínas de mi tierra, estaban preocupadas por no perder espacios conquistados, por no retroceder ni estancarse desde su mismidad.
Esa manifiesta angustia se debe al agotamiento acumulado, en silencio, de la aún practicada múltiple jornada laboral y por algunos niveles de frustración cuando ven que sus compañeros sentimentales, de trabajo y de sus partidos políticos, aún siguen reproduciendo esquemas y formas de relacionamiento discriminadores, clasistas, machistas e individualistas.
Incluso muchas siguen siendo víctimas de violencia de género y no han conseguido respuesta oportuna en los órganos receptores de denuncia. Realidad que por momentos ahoga porque pocos son las y los políticos, hijas e hijos de Chávez que combaten al machismo con el impulso necesario.
Mientras escribo estas líneas recuerdo al presidente Chávez en un acto hace unos cinco años atrás. Las y los cumpas presentes cantaban “Alerta, alerta que camina, la espada de Bolívar por América Latina” o “El pueblo unido jamás será vencido”.
Su mirada se clavó en el horizonte de la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño y con más o menos palabras de las que recuerdo, dijo: “Ustedes saben realmente cuál es el fondo de las consignas que están cantando? … Me parece bien que canten, pero es importante que sepan de qué se tratan y la dimensión de esas frases. Tenemos que tener la conciencia, el conocimiento de porqué la unidad y el llamado a la emancipación que tienen ellas”. ¡Sabio, nuestro aliado Chávez!, me dije en silencio.
Cada vez que oigo a representantes del Gobierno Bolivariano, que son los que particularmente me importan y por ello les escribo, gritando una consigna en sus discursos que este socialismo es feminista, también se me va la mirada al horizonte y se me clava un susto en el corazón y me pregunto ¿Cuántas veces estas compañeras y estos compañeros habrán participado en asambleas de mujeres, movimientos y colectivos feministas? ¿Cuántos de ustedes autoridades de gobernaciones, alcaldías, ministerios, poderes públicos se han regalado un tiempo para leer los libros de nuestras feministas latinoamericanas y venezolanas quienes han profundizado en teoría en estos dos últimos 10 años? y ¿Por qué no estuvo ni uno de ustedes en las mesas de discusión, cine-foros o charlas este 8 de marzo?
Estas palabras urgentes son para quienes hacen política que aún no han asumido la palabra dicha en acción. Carecer de un conocimiento de las prácticas patriarcales que se siguen reproduciendo en la Venezuela Bolivariana es un error histórico. El machismo es un problema de mujeres y hombres; es cultural, social, político, económico y hasta petrolero. ¡A repensarse y a trabajar por ello!
T/ Genny Lara
glara1602@gmail.com / Ilustración: Vargas
Fuente: http://www.correodelorinoco.gob.ve/genero/palabras-urgentes-heroinas-mi-tierra-opinion/ 
 

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